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Botox

El Botox (o toxina botulínica de tipo A) es una neurotoxina que puede modular y disminuir la contracción muscular. Se usa con fines médicos para tratar algunas enfermedades neurológicas y en medicina estética.

Al inyectar Botox en la piel, éste relaja las fibras de los músculos para disminuir su potencia de contracción. Por este motivo se suele utilizar en cosmética para frenar la aparición de las arrugas.

Ventajas:

No requiere cirugía, se puede aplicar en cualquier momento, sus efectos aparecen en pocos días y muy rara vez produce efectos adversos.

Desventajas:

Efectos no permanentes, duración media de 4 a 6 meses. Lo usual es que debe aplicarse cada 6 meses.

Aplicaciones del Botox

Se puede utilizar además en estrabismo, distonías, espasmos, el blefaroespasmo (contracción intermitente e involuntaria de la musculatura del ojo), las algias vertebrales, la migraña, la hiperhidrosis, sudoración, y la incontinencia urinaria en parapléjicos.

Estéticamente se puede aplicar en todo el rostro y cuello, aunque depende de la necesidad de cada paciente. Los lugares más frecuentes son: el entrecejo, la frente, el perímetro de la boca, a los lados de los ojos (patas de gallo) y en el cuello.

  • Retorno a las actividades: Inmediato.
  • Cuidados:  Mínimos. No usar cremas en rostro 1 día.
  • Ejercicio: Inmediato.
Zonas de colocación de Botox en frente
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